29 de mayo de 2012
Réquiem por un Roñas: La Insoportable levedad del Ser (Parte II)
(no tiene nada que ver la imagen, pero sepan que este blog es 132)
Bien, lo admito: Les fallé. Soy una escoria. Eso de prometer "el blog volverá a su programación normal" y luego no publicar ésta segunda parte el día correspondiente, es una mamada. Si: soy culpable y merezco ser apedreado como si no hubiese un mañana. Pero no fue algo voluntario, sino que hice un mal cálculo: Prometí volver al blog una semana en la que olvidé que los exámenes, proyectos, buenos estrenos en el cine, trámites burocráticos y muchísimas otras cosas se juntarían en sólo 7 días, por lo cual me tuve que ausentar un rato, pero ya ando acá.
*Después de éste desesperado ataque de auto-descubrimiento, pasemos a lo que en verdad vinieron a leer*
¿En qué me quedé hace dos semanas? Ah, si: Les iba a explicar la imagen de aquella columna: Ese monito, con cara alocada y que grita "¡Ese Roñas!" es ni más ni menos que el grandioso autógrafo que Trino (si, el mejor viñetero -si es que el término existe- nacional en la actualidad) me hizo tras asistir a su conferencia en la FeNaL. El poder tener un Trino original, donde el profeta protagonista de "Historias del Fin del Mundo y otras Patrañas" grita mi nombre artístico, es GENIAL. Si, Zino también tiene uno, pero el mío siempre me parecerá mejor...
¡No mamen! ¿Recuerdan que Roñas no tiene compu propia, y va al ciber con la prole? Pues bien, me acaba de salir una ventanita en la compu que dice "En 10 minutos cerramos" así, que, lo siento, éste será el Réquiem más corto EVER... ¡Tantas cosas que les quería contar! Por ejemplo, y ya para cerrar, que fuí a ver 50/50 y por ello llevo días con esta rola en mente...
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