
Hola banda, se supone que esta entrada sería especial porque se me ocurrió escribirla "en vivo" (es decir, mientras las cosas sucedían), pero por más que lo hago, no puedo escribir en el camión: es molesto, difícil y la gente te ve raro, además de que me arriesgaba a que alguien descubriera al mítico Roñas y si eso sucede me sentiría como Batman sin máscara, Iron Man sin armadura ó Superman sin peinado de Peña Nieto (Si alguien se da cuenta de que soy Roñas porque ve mi iPod rosa, ahí SI me sentiría halagado)... En fin, el punto es que pronto intentaré escribir algo "en vivo", pero por lo pronto, chequen esto escrito "en muerto":
Algo curioso pasó el viernes pasado: Roñas tenía una hora libre. Así es, después de años de rutina, algo sucedió y me dejó una hora libre, sin nada (ni nadie) qué hacer. ¿Cómo es que conseguí una hora libre en un mundo tan ajetreado? Ni yo mismo lo sé, pero mientras varias personas matarían por estar 60 minutos sin nada por qué preocuparse, yo pensé en lo contrario: "¡¿Qué chingados voy a hacer mientras?!" Después de esa hora debía volver a ese lugar en el que estaba (un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme) pero no tenía ganas de quedarme ahí; había olvidado (¡justo tenía que ser ese día!) llevar un libro o mis libretas de mamadas -si, de hecho así dicen, "Libreta de mamadas del Roñas"- y tampoco era muy seguro echarme una siesta. Entonces, ¿qué hice? Pues en un impulso, a sabiendas que debería volver, hice algo que hace mucho tiempo deseaba hacer: Me trepé en el primer camión que llegó, escuchando música deprimente (ah, porque han de saber que si yo hago algo así, debo hacerlo de la manera más dramática) y me bajé 5 paradas después (el número fue al azar, pero de forma que pudiera regresar a tiempo) y se me ocurrió ir llevando una crónica de lo que fuera sucediendo (como ya leyeron, eso fracasó como a los 3 minutos).
Me encontré a un conocido, pero como soy fiel a mis ideales, aún así me bajé 5 paradas después. Total... terminé en un Wal-Mart, uno de esos lugares en los que te encuentras a la crema y nata de la sociedad: Antes de entrar, vi a una viejita fufurufu (de "clase alta", pues) y también miré a un punk en la sección de chelas. Bueno, el chiste es que estuve al menos media hora vagando ahí dentro: Checando las películas y discos que ahí hay (varios son unas joyas y a precios ridículos) y buscando las cosas más weird que vendieran ahí -por cierto, fue un empate entre los condones sabor vino tinto (con y sin albur), las servilletas 3D de Darth Vader, la genial playera de The Avengers que cambia de color con el calor y una figura de un cholo que puedes colgar en la antena del carro- y así seguí merodeando por los recovecos de ese lugar en el que, por cierto, por más que pasé frente a ellas, las edecanes de cereales Nestlé nomás no me dieron ni un puto bocadillo, lo cual sólo hizo que me diera hambre (al parecer, eso fue una especie de mensaje subliminal) por lo cual me compré un paquetote de galletas -aún tengo unas cuantas, por cierto- que estaba al increíble precio de 10 pesitos y un yogurth de fresa con plátano (No, no hablo de una niña nice trasvestista). Fui a la caja, pagué y salí ingiriendo mis galletas y bebida mientras oía "Basta de llamarme así" de Los Fabulosos Cadillacs... Debieron ver eso: Era tan cómico/depresivo que me recordó al final de Entre Copas (sideways)... No les cuento la escena porque es mucho mejor que la vean, es una película genial.
En fin; me terminé mi yogurth y volví al paradero del autobús, a pesar de que también estaba una banda de cholos (de esos cholos que sí le hacen honor al nombre: cuarentones, rapados, con tatuajes de la virgen de Guadalupe y toda la cosa). El camión no tardó en llegar -y ahora sí me fijé en cuál era- y en poco tiempo bajé, aunque noté cómo la gente tenía una expresión como de "Neta, ¿Agarró el camión para bajarse 5 paradas después?" y adivinen qué: ¡Llegué a la hora exacta en la que debía estar! Me dije "Roñas, eres un chingón" y entré triunfantemente, feliz de que el plan había salido a la perfección, hasta que cinco minutos después me dijeron "Oye, que siempre no va a haber nada, se canceló"... Ya imaginarán mi cara de frustración al oír estas palabras... Me cae que hubiera gritado peor que Chewbacca, pero sólo pude pensar "Bueno, al menos no fue un día desperdiciado... ¿O SÍ?"
Ahí está el Réquiem de hoy. Díganme ¿Qué hubieran hecho ustedes con tanto tiempo libre? Comenten, contesten la encuesta y suscríbanse, que el cuadro de suscriptores es la cosa más deprimente que he visto...
¿con solo una hora libre? naa mejor me quedo viendo la tv en mi casa ... siempre eh tenido la extraña fantasía de subirme a un camión, hacer todo el recorrido y bajarme justamente donde me subí (tengo que cumplir mi fantasía un día y prometo que lo haré) ... me imaginé a el Roñas caminando sin ninguna preocupación y adonde lo llevara el viento sin importarle nada más que regresar a "ese lugar" a tiempo, si de película
ResponderEliminarNo es que nunca tenga tiempo libre (Si fuera así, ni hubiera escrito esto), pero fue uno de esos momentos en los que lo tienes un espacio libre que no esperabas y no sabes con qué rellenarlo...
EliminarPor cierto, eso de hacer toooodo el recorrido del camión suena genial, porque de por sí te pueden pasar cosas rarísimas en 5 minutos, ya me imagino lo que sucederá en una hora... Tal vez te copie la idea uno de estos días...